sábado, diciembre 31, 2005

Adiós Señor 2005…Hola Bebé 2006…


Hoy 31 de Diciembre, del ya anciano 2005, me siento a reflexionar sobre los 365 días que hemos vivido. Todo comenzó con 12 campanas en el fallecido 2004 y con el nacimiento del 2005. Todos festejábamos la llegada del bebé número cinco del nuevo milenio. Un año en el que nos íbamos a recuperar de ya saben que…., en el que la esperanza se desbordaba por nuestras manos deseosas de trabajar, de emprender la jornada que nos trae hasta el día de hoy, 31 de Diciembre, el final, día en que el señor 2005 debe decir adiós, pero para bien de todos.

Me siento contento, realizado, la sonrisa me atraviesa la cara y forma una mueca que gracias a Dios no pueden ver…He logrado mis metas, he convertido al 2005 en el mejor año de mi vida, luchando cada día por complacer a mi loca cabeza realizando las aún más locas ideas que se le ocurren.

Gracias a Dios por un maravilloso 2005, lo cual me vuelve a poner en ánimos de celebrar la llegada de un nuevo bebé, de esperar grandes cosas, de emprender una nueva jornada, pero sin la necesidad de comenzar desde cero, sino con las experiencias vividas a través de diecinueve 31 de Diciembre.

Brindo por un excelente 2005 y por un prometedor 2006!!!

viernes, diciembre 30, 2005

Percepción y realidad...una gran diferencia.


A veces me siento a reflexionar y me pregunto cuando dejaremos los seres humanos la tan desagradable costumbre de creernos Dios o por lo menos juez de la suprema. También dudo sobre cuando llegará e día en que dejaremos de ver el exterior, lo superfluo y nos concentraremos en el interior, en la esencia. ¿Por qué somos tan prejuiciosos? Es una mala costumbre que por épocas parece desaparecer y de repente vuelve con más fuerza. A nivel mundial pensamos que el genocidio realizado por Adolfo Hitler en contra de los judíos sería la última evidencia de este mal, pero poco tiempo después en una islita del caribe un tirano asesina a miles de persona por el simple hecho de ser de piel oscura. Es como la energía, no se destruye, se transforma y cada vez toma una forma peor a la anterior, lo cual es una pena.

Son varias las etapas en que se da este triste tipo de debilidad humana. Algunas más dañinas que otras pero al final todas igualmente ofensivas. Y es que desde pequeño se nos enseña a tener cierto tipo de habilidad para estereotipar a las personas en la televisión y creo que a fin de cuentas esto puede terminar en prejuicios. “El que no estudia, es malo” (Sin saber si sufre algún tipo de problema), “Las mujeres siempre deben estar en la cocina” (Aunque esto se ha venido trabajando con el paso de los años), “Las personas de piel oscura generalmente son los villanos” (El mundo no ha conocido un superhéroe famoso que sea negro), “Los pobres, negros y los latinos son siempre ladrones o drogadictos” (Porque no tienen dinero es la débil argumentación que dan a este falso argumento) y así sucesivamente continúa una lista interminable. En el colegio aprendemos a observar para ver quien es “bueno” y quien es “malo”. Ya para cuando somos adultos tenemos una serie de percepciones de cómo son las personas según su forma o sus características y automáticamente las etiquetamos. La peor parte es cuando la dignidad humana se ve afectada y es que con los prejuicios todas las víctimas son ofendidas y denigradas al punto de violar su identidad y derechos como seres humanos. Es muy triste que alguien llegue a actos de violencia por el simple hecho de que este en contra de un grupo, ya sea por sus creencias, valores o aspecto físico. Como es posible que en pleno siglo XXI el hombre y la mujer no hayan aprendido a respetar a todo el que le rodea y violen las reglas básicas de convivencia. Mientras sigamos creyendo que existen personas que están por encima de otras estaremos dando vueltas en el mismo sitio, hasta que un día como perros tratando de seguir a su propia cola caigamos mareados al piso y nos demos bien duro a ver si recapacitamos. ¿Qué tan difícil es ver y conocer a una persona para valorarla por lo que es, no por la imagen que tenemos de ella?

Es una lucha de años…quiera Dios y estemos más cerca del final que del principio, sino nuestro futuro es muy triste. Porque si los humanos no somos capaces de respetar a otros humanos ¿Que nos queda?….NADA.

Un pueblo sin voz....


Eran las siete de la mañana cuando levanté el periódico y ví como el titular resplandecía entre las líneas de la portada: “Más Harley a Capotillo”, la primera vez que el gobierno realizó esta inusual compra pensé que había sido un error mal calculado por parte de los encargados del proyecto. Calles estrechas, motocicletas poco flexibles y personal con poca experiencia para manejarlas, eran sólo algunos de los argumentos en contra de la adquisición de las Harley, eso sin contar el desacuerdo de miles de ciudadanos por la forma en que se maneja su dinero. También me dije que los contratos firmados para la famosa compra no se podían incumplir, por lo que al gobierno le era imposible hacer caso al pueblo que lo eligió y no adquirir esos motores.

Pero al enterarme que luego de saber la opinión de todos nosotros, los ciudadanos que le dimos el cargo de administrar nuestras finanzas tienen la maravillosa idea de adquirir siete Harley más, me indigna y lo que me hace creer es que la filmación de Miami Vice los inspiró para convertir a Capotillo en el South Beach de la República Dominicana, con la única diferencia de que ahí no hay playas, pero ese tipo de incongruencias al gobierno nunca le han importado.

Y casi doce millones de pesos después, desperdiciados e invertidos según los intereses particulares de los supuestos defensores del pueblo, me permito recordarle al gobierno que tal vez nos ven como un pueblo sin voz pero que nunca se olvide que sí tenemos voto y cuando no estamos conformes con nuestros empleados sabemos como utilizarlo.