miércoles, junio 27, 2007

Dame un beso...

Dame un beso…

Un beso que me llegue al corazón,
que me sepa a tí,
que me acerque a tí.

Un beso que me suba al cielo
oculto entre tus labios, que me enseñe
la estrellas que tiritan en tu ser.

Un beso que sea tuyo,
que sea mío,
que sea nuestro.

Un beso que me humille,
que me haga humano,
ante la infinidad del universo.

Un beso mágico,
que salga de tu alma,
y se conecte a la mía.

Un beso que nos convierta
en amantes, en tortolos,
a luz de la noche.

Dame un beso que trascienda
todo lo que conocemos,
y nos haga enternos en la
inmensidad de un segundo.

miércoles, junio 20, 2007

En la Butaca de al Lado... Cap. 2

En la Butaca de al Lado
(Una historia de amor en rima)

En la butaca de al lado
nos volvimos a ver.
En la butaca de al lado
comenzó nuestro querer.
La cita fue todo un éxito,
terminó con abrazo y beso.
La conversación fue divertida,
ella estaba entretenida.
Desde Platón hasta Frida.
Desde Rowling hasta Atila.
Sus credos eran liberales,
los míos eran ideales.
Una pareja hecha en el cielo,
lo sabía desde conocernos.
Su cara, su piel, su pelo,
mi cariño, mi amor, mi sueño.

Todo era perfecto,
hasta aquél domingo malévolo.

Continuará....

jueves, junio 14, 2007

Me llego la bolita...

La idea es decir 8 cosas de uno mismo.

Las reglas:
1. Cada jugador cuenta 8 cosas sobre uno mismo.
2. Tiene que escribir en su blog las reglas del juego.
3. Se debe seleccionar 8 personas y escribir sus nombres o blog; sin olvidar de dejar un comentario en dicho blog para que tome conocimiento de que ha sido invitado a participar del juego. (Esta regla es flexible, y se puede adpatar a la cantidad de bloggers que conozcas).

Mis 8 cosas son:

*Soy incondicional con los que me rodean.
*Me encanta el cine.
*Soy un romántico sin remedio.
*Le tengo miedo a la muerte.
*Soy emprendedor.
*Quiero publicar varios libros.
*Soy muy independiente.
*Me fascina leer.

Le paso la bolita a:

Laura
Aurelia
Frank
Yolemny
Nelson
Javier
Enilka

lunes, junio 04, 2007

Destinados a Amar

Laura era nueva en la ciudad. Él, viajero al fin llevaba sólo algunos meses viviendo allí. Caminado por una de esas calles que son largas y curveas dónde el fin nunca se ve y el principio nunca se vio, Laura miraba alrededor maravillada con tanta modernidad. Mario seguía su camino, por la misma vía pero en dirección contraria y pensando en su próximo destino. Justo en la esquina dónde alguna vez entre copas y tangos dos enamorados se habrán dado su primer beso, se encontraron sin saber que en ese instante, que ese segundo, ese cliquear del reloj marcaría para siempre su destino. Ninguno creía en el amor a primera vista, pero algo era atrayente de aquél hombre delgado, ojos claros y una barba que recién se asomaba, algo resultaba único en aquella muchacha blanca, de pelo negro y labios carnosos.

Mario se animó, total nada perdía. ¿Eres de estos lados?- Preguntó.
-No- respondió ella tímidamente.

Ambos sentían fascinación por el misterio que emanaba del otro. Se citaron para verse esa noche y así surgió su historia de amor. Fueron felices, el amor se desbordaba por los poros aún cincuenta años después de casados, el brillo en los ojos de los dos delataba lo tanto que se querían.

Muchos años después en su lecho de muerte Mario le preguntó a Laura hacia dónde iba esa tarde que se conocieron. Ella le contestó que su madre la había enviado a la ciudad para que entrara al convento, pero se había perdido. Laura, recordando con nostalgia ese día le hizo la misma pregunta y él con el poco aliento que le quedaba le dijo, que ese día renunció al seminario y a convertirse en sacerdote. Nunca sabemos la manera en que se mostrará Dios en nuestra vidas, pero siempre será con el amor.