jueves, agosto 31, 2006

El Taxista, la Virgen y Yo....

Era un jueves gris y llovía, me encontraba en un remis, digo en un taxi, (no puedo ocultar mi fanatismo por Arjona). Aprovechando las primeras horas de la mañana devoraba uno de los mejores ejemplos de periodismo objetivo en nuestro país, el semanario “Clave”. Como quién acaba de descubrir la cura contra el SIDA el taxista dijo: “Me quedé pensando en la dirección que me dio (calle Siervas de María), y no entiendo, se supone que no se debe adorar a la virgen María, ella simplemente fue quién trajo al Hijo de Dios al mundo”. Yo callado en mi asiento porque no acostumbro a discutir asuntos religiosos con nadie (especialmente si es un desconocido) pensaba en dónde estaba la simpleza en el hecho de ser la madre del Hijo de Dios, al parecer al taxista le parecía una tarea sencilla. Después de una larga y disparatosa explicación de su teoría sobre el nacimiento de la figura más importante en la historia de la humanidad, Jesús, prosiguió a hablar de la Santísima Trinidad, para él era un invento de la iglesia, una creación que está de adorno. Yo callado nuevamente sólo lo escuchaba esperando encontrar un propósito a sus palabras. Luego de unos minutos todo se aclaró, el taxista sacó un pila de panfletos y me pasó uno que tenía como título: “El Único Dios”. Con disgusto porque casi llegaba a mi destino y no había podido terminar mi periódico le tuve que echar una mirada al texto dada la insistencia del señor. En lo poco que leí noté que era una serie de teorías y citas de las cuáles no existía ninguna prueba, todas tratando de demostrar la no existencia de la Santísima Trinidad. Cuando iba a abrir la boca para decir lo que pensaba llegamos a mi oficina, le pagué y antes de poder hablar él me dijo: “Que Dios lo bendiga y la Virgencita de la Altagracia me lo acompañe”....

Y entonces? me pregunté, seguí caminando hacia la entrada dándome cuenta de que realmente no valía la pena decir nada...

martes, agosto 29, 2006

Status quo I

Status quo I

Perdido entre miradas
que no dicen nada.
Confundido entre palabras
que no dan esperanza.

Perdido porque no entiendo.
Perdido porque no encuentro.
Perdido porque te pienso.
Perdido porque te pierdo.

Confundido entre señales paradójicas.
Confundido entre líneas lastimosas.
Confundido entre lo que es y lo que no es.
Confundido entre lo que pudo ser y lo que fue.


Perdido...confundido,
no sé que va a pasar
contigo...conmigo...