viernes, septiembre 14, 2007

SE BUSCA UN ANIMAL

Anoche ví el anuncio de la repetición del programa de Alicia Ortega, el cual esta semana trata el tema de la niña cuyas piernas fueron desbaratadas por un ANIMAL, BESTIA y SALVAJE que andaba en una jeepeta y de manera abusiva y a propósito le pasó por encima.

No tengo palabras para desarrollar este post porque la rabia corre por cada centímetro de mi piel mientras escribo. Cómo es posible que un ser humano cometa semejante abuso? Qué clase de sociedad olvidaría y perdonaría un hecho como este?

Las inocentes palabras de ese pequeño ser tocó cada fibra sensible de mi . “Yo no sé porque él me hizo eso, si yo no le hice nada” decía ella en una parte de la entrevista. Sería indolente no conmoverse con semejante declaración. No creo que el caso deba cerrarse, espero que la policía invierta todos los recursos que tienen en capturar al responsable de esta atrocidad.

Y si nunca es descubierto que la justicia divina se haga cargo. Porque TODO ABSOLUTAMENTE TODO SE PAGA.

Por eso abogo a que nos sensibilicemos como sociedad, a no quedarnos de brazos cruzados, a usar el único recurso que tenemos LA COMUNICACIÓN y usar nuestro humilde medio como protesta y difusor para que el caso no sea cerrado hasta no dar con el culpable.

Vamos a hacernos eco de la situación de esta niña y divulgar en nuestros blogs la imagen de arriba para ver si se encuentra a este ANIMAL.

martes, septiembre 11, 2007

3 Deseos para el 9/11


Sólo tres deseos:

"Paz a los caídos y esperanza para todos"


"Oremos para que el horror de aquel día no nos vuelva a invadir"


"Lo que el odio del hombre ha hecho, que el amor del hombre lo repare"



viernes, septiembre 07, 2007

Mi Niña Mala

Hace poco leí el libro de Mario Vargas Llosa “Travesuras de la Niña Mala”. Es una historia lineal que narra los encuentros y desencuentros del protagonista con el gran amor de su vida que lo hace sufrir y lo hace feliz, que lo lleva a las alturas de la fantasía para estrellarlo con el duro suelo de la realidad.

En ese momento descubrí a mi Niña Mala, esa persona que con sólo una llamada sabe enloquecer mi día y transformar cada segundo en un tiempo de ella, cada pensamiento en un pensamiento para ella, cada acción en una acción con ella. La Niña Mala que me hace feliz, la Niña Mala que me hace mal.

Para entender esto tengo que remontarlos al inicio. Al día donde esta traviesa niña con su peculiar forma de ser eclipsó lo que sería este año para mí. En Enero nos conocimos por casualidad y comenzamos a hablar, salir y compartir. Ambos habíamos salido de relaciones muy difíciles que habían causado grietas en nuestra forma de ver el amor. Poco a poco el tiempo fue pasando y yo pensaba se estaba formando una relación. Lo conversamos, ella se negó, yo convencido de que era definitivo decidí romper el contacto con ella, sin embargo sus planes eran otros, hablamos me convenció de que no nos separáramos, que en un futuro podría haber una posibilidad. Hipnotizado por su mirada transparente accedí dejando florecer en ese momento sin darme cuenta y por primera vez mi estado de masoquista.

El tiempo pasó, seguimos compartiendo intimidades, secretos, conversaciones de horas y horas, en las que el día y la noche eran nuestros aliados. La relación entre ambos fue creciendo y nos aventuramos a hablar de lo que habíamos dejado pendiente. Era tiempo de que fuéramos novios. Para mi sorpresa ella aceptó y fueron sus palabras textuales como maestra de la tortura que es: “Eso que me quieres preguntar de hace un tiempo, la respuesta es sí”, mi corazón se aceleró, inmediatamente planeé una celebración sólo para los dos, pero la euforia duró poco, se extinguió cuando recibí una llamada de ella diciendo que “Es mejor dejar las cosas como están, estoy confundida, sólo quiero ser tu amiga”. Yo decidido a dejar de sufrir por aquella persona que tanta alegría me daba, le dije que eso era todo, que hasta ahí habíamos llegado, que contara conmigo para lo que necesitara, pero que no podíamos seguir hablando, era demasiado para mí.

Y así transcurrieron los días, pasaron semanas y no tuvimos ningún contacto. Hasta aquella mañana que sonó mi celular y era ella. Mi cuerpo se estremeció al oír su voz. Las palabras se amontonaron en mi boca era tanto que le quería decir: “Te Odio, Te Quiero. Te Desprecio. Te Amo”. Atiné a un “Hola” simple y sin sentimiento. Le corté después de unas cuantas palabras, estaba ocupado y le dije que la volvería a llamar. Lo pensé, me resistí pero finalmente sucumbí frente a la tentación y la llamé. No estaba, había salido de viaje. El universo trataba de impedir que la atravesara en mi vida nuevamente, yo terco al fin no obedecí y días después la volví llamar, pronto las cosas volvieron a ser como antes, salimos, hablamos, algo dentro de mí me decía que esta vez sería definitivo.

Las cosas que sucedieron fueron muchas y confusas, convencido de que algo había cambiado me atreví a tratar de hacerla ver que juntos estaba la felicidad de ambos. Luego de múltiples explicaciones, de cuentos chinos y palabras hirientes terminamos la conversación. Mientras, seguía aturdido ante la realización de que esto nunca iba a ser posible.

No la llamé más. Un día hablé con su mejor amiga, la misma que un día había dicho que hacíamos bonita pareja, necesitaba un favor y yo la iba a ayudar. Me dijo que llamáramos a la Niña Mala, le dije que no, no podía pasar por lo mismo otra vez, que estaba evitando todo contacto con aquella que era antídoto y veneno para mis venas.

Después de ahí no supe más de ella, no volvió a llamar, ni a enviar más mensajes, entendió que era lo mejor para ambos. Cada quién siguió su camino.
Hasta hoy...la Niña Mala me ha llamado, quiere que nos veamos mañana…