
Yo estoy en transición, en camino, en progreso. No me considero el hombre listo para ser padre de familia, pero tampoco el chiquillo pendiente al último videojuego.
Soy un hombre al cumplir mis responsabilidades, me gusta trabajar y aportar a mi formación como futuro licenciado, sin embargo soy un niño de corazón, en mi forma de ver el mundo, creo que hay esperanza, tengo fé en un mejor futuro. Disfruto ver lo bueno del mundo, el lado positivo de las cosas. Como hombre reconozco el blanco y el negro, pero como niño sé que existe un gris.
Espero poder seguir trabajando para y por mi país como hombre, pero envisionarlo siempre con los ojos esperanzados de un niño.