“People show us who they really are in the small things” fueron sus palabras y me llegaron muy hondo. No sé si fue por el hecho de que de verdad quería conocer las intenciones de ELLA, la niña mala, o porque esta amiga con la que “chateaba” siempre tiene “words of wisdom” para cualquier tema que tratemos.
Así es, la niña mala reapareció hace algunos días estimados lectores y quien suscribe volvió a caer (en este momento no sé si decir en sus dulces brazos o peligrosas garras) realmente esta vez estoy muy confundido, antes yo conocía sus intenciones, sabía lo que quería de mí, lo que me haría y yo masoquista al fin lo aceptaría. Pero ahora no, las cosas son diferentes, su estrategia ha cambiado e ignoro si es para bien o para mal.
Esta misma persona hace pocos días me dijo “Once a bad girl, always a bad girl”, pero es que a mi me cuesta verlo así. He intentado hacer memoria, ver que en cuáles detalles puedo ver la realidad de sus intenciones y no puedo.
En mi optimismo empedernido creo que sí, que ahora será diferente, juntos hemos vivido experiencias que nos han hecho crecer y revaluar nuestras metas y anhelos. Ambos deseamos estar juntos, sólo que uno de nosotros no se atreve. Los dos estamos trabajando para mejorar lo que aquella vez no funcionó. Y en el fondo, puedo decir que ella ha cambiado, lo único que como siempre la duda asalta mi cabeza.
Sólo me resta seguir viviendo, seguir viendo que trae esta nueva travesía con la niña mala, pero desde esa interesante conversación con mi amiga no me pierdo “the small things”…
Así es, la niña mala reapareció hace algunos días estimados lectores y quien suscribe volvió a caer (en este momento no sé si decir en sus dulces brazos o peligrosas garras) realmente esta vez estoy muy confundido, antes yo conocía sus intenciones, sabía lo que quería de mí, lo que me haría y yo masoquista al fin lo aceptaría. Pero ahora no, las cosas son diferentes, su estrategia ha cambiado e ignoro si es para bien o para mal.
Esta misma persona hace pocos días me dijo “Once a bad girl, always a bad girl”, pero es que a mi me cuesta verlo así. He intentado hacer memoria, ver que en cuáles detalles puedo ver la realidad de sus intenciones y no puedo.
En mi optimismo empedernido creo que sí, que ahora será diferente, juntos hemos vivido experiencias que nos han hecho crecer y revaluar nuestras metas y anhelos. Ambos deseamos estar juntos, sólo que uno de nosotros no se atreve. Los dos estamos trabajando para mejorar lo que aquella vez no funcionó. Y en el fondo, puedo decir que ella ha cambiado, lo único que como siempre la duda asalta mi cabeza.
Sólo me resta seguir viviendo, seguir viendo que trae esta nueva travesía con la niña mala, pero desde esa interesante conversación con mi amiga no me pierdo “the small things”…
